agosto 31, 2020 Por gunter.gonzalez 8

Taxco, el mejor Pueblo para una escapada

Taxco, un hermoso pueblo enclavado en la serranía de guerrero te recibe con los brazos abiertos para mostrarte orgulloso su pasado minero y su imponente presente, con miles de casas que compiten por trepar cada vez más alto en el cerro y ganarle la vista las que van quedando abajo.

La antigua bonanza de este pueblo se puede apreciar en los numerosos edificios con muchos años e historias cuestas que hoy conservan para todos podamos disfrutarlos.

Si lo visitas, prepárate para perder el aliento entre sus empinadas calles empedradas, aunque la empinada subida  se  hace leve al llegar al encantador zócalo dónde podrás ver  la iglesia fundada en 1751, Santa Prisca, con 98 metros de altura y que fue el edificio más alto de México por mucho tiempo. T

Taxco encanta y no solo por su pasado rico, sino también por su presenten lleno de lugares dónde comprar plata, comer rico y pasear por sus alrededores, dónde las cascadas, las vistas y la comida local te harán querer regresar. Una excelente opción para un buen fin de semana.. Eso sí prepárate para que te tiemblen las piernas por  las empinadas subidas.

Tenía 15 años de no visitar Taxco, la primera vez , la visita fue muy corta y decidí repetir, esta vez un fin de semana que me permitiera recorrer las empinadas calles llenas de historia y vida.  Taxco, este hermoso pueblo de la serranía guerrerense hay que disfrutarlo despacio para agarrarle sabor.

El Hotel

Escogimos un hotel céntrico y antiguo para poder ir caminado a todos los puntos que teníamos pensado, aunque no  teníamos un plan trazado, solo era cuestión de dejarnos llevar.

Hicimos un pequeño recorrido por las instalaciones del hotel para conocerlo, la vista de la habitación era espectacular y aunque se notaban los años en el mobiliario por las fotos que habíamos visto, pintaba bien.

Y las fotos le hacían justicia, lleno de vegetación, tejados con 80 años encima que le dan un toque bucólico y espacios que recuerdan una vieja hacienda. La piscina enmarcada con un gran mural invitaba a darse un chapuzón pero  no lo hicimos nos esperaba el pueblo, aunque ya atardecía queríamos explorarlo un poco, tomar algo y cenar así que decidimos emprender la subida por la estrechas callecitas de Taxco

Tarde de viernes.

Taxco es uno de los pocos lugares de México en los que aún conservan el Vocho como Taxi, y es entendible por sus raquíticas calles. Emprendimos la subida al zócalo, el punto de encuentro de todos y aunque la subida estuvo algo cansada íbamos disfrutando cada detalle del camino. Tengo una extraña fascinación por las cosas con la huella de los años, tejados llenos de musgo, balcones de madera con la pintura a medias, y de esto Taxco, tiene mucho, así que estaba encantado.

De camino al zócalo vimos un restaurant que nos llamó la atención, el Santa Lucia, decidimos que cenaríamos allí… dicen que de la vista nace el amor, así que decidimos tomar el riesgo y al final del recorrido de esa tarde conocerlo.

Las estrechas calles dejan lugar para una solo fila de coches y nada de aceras, tienes que ir pegado caminando en fila india, es parte del encanto de Taxco.

Llegamos a una calle del zócalo sudados y con las piernas cansadas, pero emocionados. No recordaba Taxco así, la memoria es engañosa y esta vez me daba la oportunidad de redescubrir este hermoso pueblo minero.

Caminamos un poco por el sube y baja de calles, nos tomamos las selfies obligatorias de estos tiempos y cuando ya rugía el estómago fuimos en busca del restaurant que vimos durante la subida, el Santa Lucía…

La elección no pudo estar mejor… la comida deliciosa.. Escogimos una rica paella y la atención inmejorable. La dueña se nos acercó y entre nuestros halagos por lo hermoso del lugar y lo rico de la comida nos contó que la casona la restauraron ella y su hermano, cuidando cada detalle. Se podía ver a simple vista y eso ayuda a que toda la experiencia sea única… si pueden visitarlo, les encantará.  Nosotros repetimos al día siguiente durante la comida.

Sábado..

Decidimos hacer un tour por los puntos más lejanos dónde no podíamos o no queríamos llegar a pie. Contratamos un guía que nos llevó  a conocer una fábrica de plata, la esencia de Taxco, así que no podíamos dejar de visitar al menos una.

Fábrica de Plata en Taxco

En la fábrica nos explicaron todo el proceso de inicio a fin para fabricar las piezas por las cuáles son famosos a nivel nacional. Un proceso interesante con partes  muy manuales y otras que ya incluían modernas máquinas.

Al final nos llevaron a un salón lleno de piezas hermosas que exhibían el talento de los artesanos de Zanfeld. Cedimos a la tentación y nos llevamos un recuerdo especial

La próxima parada fue las cascadas de cacalotenango A solo 15 minutos del pueblo. No te imaginas que al pie de la carretera vayas a encontrar esa  belleza natural, quedamos encantados. Una niña nos sirvió de guía, Joana, explicándonos todo sobre el lugar..

 No había mucho que explicar, solo absorber toda esa belleza y sentir el agua helada que nos salpicaba..

No tuvimos intención de meternos. Después convivimos un rato con los lugareños con los cuales tomamos una cerveza con  mucho chile y un elote asado.

De las cascadas nos llevamos la picardía de Joana, el entusiasmo del guía que nos tomó unas fotos excelentes tirado en medio de la carretera y la belleza del lugar.

Luego visitamos el Cristo, el punto ,mas alto del pueblo dónde tienes una vista espectacular de la ciudad… cuando la niebla te deja, sobre todo porque la noche anterior había llovido mucho  y la niebla era bastante espesa. Como era de esperar el sol salió y pudimos disfrutar de las impresionantes vistas y darnos cuentas que es un pueblo bastante crecidito.

Regresamos al  hotel a descansar un poco para volver hacer el mismo recorrido pero esta vez  a la luz de día, así podríamos apreciar mejor cada detalle.

 Esta vez tomamos otro camino más empinado que el habitual y llegamos con las piernas temblorosas… parando a cada rato para evitar resbalar. Les recomiendo que en esta época donde llueve mucho vayan con zapatos que tengan buen agarre…

Taxco tienen un encanto especial, no importa si repites el camino o si buscas otros puedes sentir México en cada calle.

Los olores de los puestos ambulantes, el desenfado de la gente y la alegría de ponerse a cantar  cuando encuentran un mariachi.

Llegamos nuevamente al zócalo, y ahí parecía fiesta, esta vez con más gente que la tarde anterior. Decidimos subir a una de las tantas terrazas a tomar algo para bajar el cansancio.

El zócalo de Taxco

es un punto dónde sin importar de dónde vienes, vuelven a coincidir todos… saludas a los que viste la tarde anterior y te acercas a la pareja que canta junto a los mariachis de planta..

Cuando visitas el Zócalo no puedes dejar de admirar la catedral,  fundada en 1751, Santa Prisca, con 94.58 metros de altura y que fue el edificio más alto de México hasta 1806

Así se disfruta en México y después de tanto encierro todos tienen una sonrisa presta…. Me gusta imaginar eso… porque a muchos no se les veía por el cubreboca…

Teníamos antojos de pizza y lo mejor  siempre es preguntarle a un local y te van a decir de inmediato el mejor lugar… el que todos recuerdan. La recomendación valió la pena y cenamos una rica pizza en Aladinos, dónde presumen 38 años de experiencia y lo cierto es que cumplen… son muy pero muy  buenas.

Regresamos al hotel bajo un agua intensa como llueve cuando estas cerca de la montaña.. O más bien… en la montaña. Disfrutamos un rato la lluvia debajo del arco de una iglesia. Y cuando escampó un poco caminamos, volvió a arreciar así que de nuevo nos guarecimos y como pasa en los pueblos….

En medio de la lluvia, el guía de la mañana pasó junto a nosotros en su taxi y nos hizo seña para que subiéramos. Al final nos llevó al hotel pues todavía nos quedaban varias cuadras y la lluvia no tenía intención de ceder, así son los pueblos de México con encanto, llenos de coincidencias y muchas veces como en mi caso un disparador de recuerdos.

 Me levanté temprano a la mañana siguiente , llovió toda la noche y quería aprovechar las primeras horas para hacer un timelapse del amanecer, quería capturar ese momento para mí y para uds.  El plan era ir a las Pozas Azules, muy famosas por la zona, pero nos quedamos con las ganas porque estaban cerradas por el dichoso Covid… algo que no entendimos porque el pueblo estaba más que abierto… Un motivo más para regresar a Taxco y quitarnos esa espinita de visitar las pozas que en fotos se ven geniales  y Mil cascadas otra de las bellezas del lugar…

Espero que les haya gustado el video y ya saben no se olviden de comentar, compartir con sus amigos y suscribirse…. Nos vemos en un próximo video…

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